"Homenaje al Dr. RAMON BAUTISTA MESTRE"


Ramón Mestre, sanjuanino de nacimiento, llegó a Córdoba siendo muy joven para estudiar odontología y desde entonces la eligió para vivir.

Fue dirigente estudiantil y del Colegio Odontológico, más tarde funcionario del Gobierno Provincial del radical Justo Páez Molina, entre 1963 y 1966.
Luego de la oscura dictadura que se extendió hasta 1973 fue Diputado Provincial y Jefe del Bloque opositor hasta 1976.

Cuando la democracia volvió para quedarse definitivamente en 1983, el pueblo de la ciudad de Córdoba lo ungió Intendente de la Ciudad de Córdoba, en dos períodos oportunidades.
Gracias a una administración austera y un dinamismo notable, Mestre le cambió la cara a la ciudad y forjó el perfil de un estadista y un administrador intachable.

En 1994 fue convencional para la reforma de la Constitución Nacional.
En 1995 asume como gobernador de la Provincia de Córdoba, fue implacable en el ordenamiento de las cuentas públicas y un activo generador de obras y proyectos de acción. Esto le valió la mordaz crítica de una oposición más acostumbrada a criticar la parálisis que la incansable actividad. Es que Mestre fue un batallador formidable. Un hombre decidido, impulsado a hacer, por la certeza de sus firmes convicciones. Quizás la historia pueda algún día criticarle su empecinamiento, pero jamás podrá acusarlo por inacción o desidia.

Fracasado su proyecto de retener la gobernación en 1999, habiendo criticado la política de alianzas que a nivel nacional promovía el radicalismo, Mestre fue convocado por el presidente Fernando de la Rúa como interventor de la provincia de Corrientes y, luego, como ministro del Interior en las horas más difíciles del Gobierno Nacional.

"Su compromiso con el régimen democrático de gobierno se mantuvo incólume hasta el último minuto"

Polémico, criticado y querido en extremo, Ramón Mestre supo cosechar amistades provenientes de todo el arco político nacional. Prueba de ello son la consternación, las condolencias y el acompañamiento que figuras políticas de la más diversa extracción mostraron a la hora de su despedida el 6 de marzo del 2003 cuando fallecia.

El ex presidente de la República, Eduardo Duhalde, ha dicho públicamente horas antes de sus exequias que "el radicalismo de Córdoba y del país pierde a un dirigente de primera línea que se formó en la mejor tradición republicana y que fue fiel heredero de Yrigoyen y Sabattini: hombre de bien, de principios, de lucha y de entrega a las causas populares… Quienes lo conocimos y compartimos momentos difíciles de nuestra patria guardamos el mejor recuerdo de este hombre de la mejor estirpe radical".

José Manuel de la Sota, expresó que "estamos todos tristes por la prematura muerte del ex gobernador Mestre, que es una pérdida no sólo de un líder de la Unión Cívica Radical, sino de un gobernador que puso todo su empeño, su voluntad, su dedicación para hacer las cosas por el bien de la provincia y de los cordobeses".

"Al dolor humano por tu desaparición, sumamos el dolor y la impotencia de esta Córdoba que no te pudo volver a ver sentado en el sillón que te correspondía, el sillón de gobernador. Que no va a poder ser en los hechos, pero ser un hombre reconocido por la sociedad es mucho más que ganar una elección", sostuvo el ex senador Luis Molinari Romero a la hora del entierro.

Mediante carta, se hicieron presentes muchisimos politicos como el Dr. Raul Alfonsin y Fidel Castro, entre otros.
Cuenta la crónica periodística que una multitud alrededor de 6 mil personas, sin distinción de banderías políticas, desfiló por el Cabildo histórico de la ciudad de Córdoba para darle el último adiós al ex gobernador Ramón B. Mestre. "En el flujo incesante de gente por el primer piso del Cabildo, donde se instaló la capilla ardiente, se mezclaron el homenaje callado de los vecinos comunes, con el dolor y el llanto incontenible de familiares, amigos y correligionarios del dirigente radical.

Fue un líder enorme, nunca actuó con hipocresía. Fue un hombre previsible, duro quizás pero noble en la confrontación; siempre asumió su posición. Nadie puede negar que durante toda su vida fuera un luchador. "Hay hombres que luchan una hora o un día y son buenos hombres, hay otros que luchan un año y son mejores, hay otros tantos que luchan muchos años y son muy buenos hombres, pero hay otros que luchan toda la vida y son hombres imprescindibles".

"El perfil político de los actuales gobernantes dista bastante del perfil de un dirigente como Ramón B. Mestre prohombre de la política, que dejó con su particular carácter, su propia marca en cada órbita gubernamental donde se desempeñó, caracterizado por su perfil de hacedor, antidemagogo, honesto y comprometido con las finanzas públicas de manera responsable".

"No era un hombre de sonrisa fácil, pero si de un gesto sincero, no era un hombre que utilizara la política para su propio beneficio, pero si tenía un gran compromiso solidario con los más humildes, siempre antepuso el interés general al de las corporaciones o sectores, nunca prometió lo que no pudiera hacer, no era un hombre de buscar el halago, pero recibió el reconocimiento que le realizó la sociedad cordobesa el día de su despedida".

La partida de Ramón Mestre nos dejó el sabor amargo de la ceniza. Ceniza de un fuego sagrado que, como demócratas, debemos reconocer y preservar para las generaciones futuras. Nuestro correligionario y amigo, que aquí homenajeamos, supo enseñarnos que la convicción es motor de acción y que toda acción debe cumplirse siempre dentro del generoso margen de convivencia que a todos asegura la democracia."

LA JUVENTUD RADICAL DE LA CAPITAL, PARTICIPO A UNA MISA EN SU MEMORIA EN LA IGLESIA PADRES CAPUCHINOS PARA EL JUEVES 6 DE MARZO A LAS 19HS.